LA AGENDA ANTIINMIGRANTE DE TRUMP SERÁ AÚN MÁS DIFÍCIL DE PARAR POR SEGUNDA VEZ
A medida que se acercaban las elecciones de 2024, la administración Biden se escoró aún más a la derecha en materia de inmigración. En junio, la administración emitió una nueva política que eliminaba las protecciones de asilo para la gran mayoría de los inmigrantes que llegaban a la frontera sur. Esta política refleja una prohibición similar promulgada durante el primer mandato de Trump, que los grupos de defensa de los derechos de los inmigrantes impugnaron con éxito ante los tribunales federales. Casi de inmediato, la ACLU y otros grupos presentaron una demanda contra la prohibición de asilo de Biden, que aún está en curso.
En un comunicado de prensa en ese momento, Javier Hidalgo, director jurídico del Centro de Refugiados e Inmigrantes para la Educación y los Servicios Legales (RAICES), dijo: "Sigue siendo chocante, si ya no sorprendente, que los mismos funcionarios electos que prometieron restaurar nuestro compromiso con las protecciones humanitarias estén más que dispuestos a sacrificar especialmente vidas negras y marrones por puntos políticos y beneficios personales."
En la campaña electoral, Kamala Harris, hija de inmigrantes, ha intentado mostrarse dura con la inmigración. En septiembre, Harris recorrió la frontera y promocionó su trabajo como fiscal en casos relacionados con el tráfico internacional de drogas (ignorando el hecho de que la mayoría de los narcotraficantes son ciudadanos estadounidenses).
"No solo traeré de vuelta el proyecto de ley de seguridad fronteriza que Donald Trump hundió, haré más para asegurar nuestra frontera para reducir los cruces fronterizos ilegales", dijo Harris durante su discurso en la frontera.
